Primeramente, la auditoría comercial puede realizarse de manera reactiva, es decir, cuando el problema haya ocurrido. Por ejemplo, ante un descenso de las ventas, una bajada de la rentabilidad, fuga de talento comercial, acumulación de reclamaciones de clientes, aumento de cuentas sin pagar.
Quizá esté invirtiendo en publicidad pero no tiene el retorno necesario en ventas que esperaba, la página web tiene problemas técnicos, sus productos no son encontrados fácilmente, hay una experiencia no agradable en el uso de sus activos digitales, etc.